La Ñ se incorpora a las direcciones de las páginas web de Argentina
BUENOS AIRES, 24 abril (NA) - La tan mentada letra Ñ (eñe), en la actualidad sin lugar en internet, pronto podrá dejar el ostracismo, al menos en Argentina, dado que el canciller Jorge Taiana firmó una resolución para incorporarla al uso del servicio de la red de redes.
La resolución, firmada el pasado día 9 de este mes, permitirá incorporar al uso del servicio de Internet en la Argentina los caracteres multilingües del idioma español y portugués, entre ellos la letra Ñ, y añadir el subdominio ".gob.ar", reemplazando al ".gov.ar".
La modificación en este último ítem se debe a que "gov.ar" hacía referencia a la la palabra "goverment", del idioma inglés. Pero también se agregarán otros caracteres del idioma castellano a internet, como la diéresis, los acentos en castellano y portugués y el uso de la cedilla.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través del NIC Argentina (el registro de nombre de dominios del país), trabaja hace más de un año en el desarrollo del proyecto, que ahora tiene el visto bueno institucional con la resolución firmada por Taiana. En un principio, Internet fue creado para permitir nombres de dominio que contuvieran solamente caracteres del estándar ASCII, es decir pertenecientes al alfabeto inglés.
Por esa razón, los dominios utilizan solamente letras sin acento, todos los números y un par de guiones.
A partir de las necesidades de cada idioma, se creó el Nombre de Dominio Internacionalizado (IDN es la sigla) que ofrece la posibilidad de incorporar –en base a reglas internacionales consensuadas– caracteres multilingües.
En mayo de 2007, la Cancillería Argentina comenzó a intercambiar experiencias sobre la implementació n de IDN con representantes de Chile, Brasil y México.
El dominio territorial ".ar", el más grande de América Latina y séptimo en el mundo, es administrado por la Cancillería a través de NIC Argentina, y en la actualidad permite el registro de nombres de dominio bajo los siguiente seis subdominios, a los que se sumará el .tur.ar: - .com.ar (cualquier persona física o jurídica). - .org.ar (entidades sin fines de lucro). - .gov.ar (entidades de gobierno a nivel nacional, provincial o municipal). - .net.ar (empresas proveedoras de servicios de Internet). - .mil.ar (entidades de las fuerzas armadas). - .int.ar (representaciones extranjeras u organismos internacionales) .
El NIC ".ar" administra más de 1.500.000 nombres de dominios, luego le siguen Brasil con 1.100.000, México con 250 mil, y Chile con 200 mil.
LA EÑE TAMBIEN ES GENTE
La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? "La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.
Maria Elena Walsh
Evangelina Zapata
San Rafael Mendoza
ARGENTINA
evangelinatz@yahoo.com.ar
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