UNA VIDA CON LA MÚSICA
Carmen Guzmán, cantante, guitarrista y compositora (sin orden de prioridad) que ostenta 60 y pico de años como música. La cuenta comenzó el 24 de diciembre de 1944, cuando ganó un concurso de aficionados en LV10 Radio Cuyo. Pero van más de 70 si se tiene en cuenta que empezó a tocar la guitarra a los 7.
La influencia estaba dada por una familia de músicos; la misma que hace más
de 45 años la impulsó a su primera grabación, plasmada en un disquito simple
que la autora tiene sobre el equipo de audio del living de su casa.
"Carmen Guzmán y su guitarra", dice el sobre del vinilo. Este documento
comparte el espacio con otros reconocimientos a una artista que, puertas
afuera de su casa del barrio de Floresta, se siente un poco olvidada.
Tiene unas 200 obras registradas y 15 discos publicados. "La continuidad
de mis discos se combinó con actuaciones en radio (El Mundo, Splendid
y Belgrano, Nacional y Municipal) y en televisión. Por las noches trabajé
con Piazzolla, con Troilo, con Mercedes Simone y Lucio Demare", recuerda.
Compuso música académica, zambas, milongas, cuecas, tango y chamamé.
Su firma también aparece junto a la de Armando Tejada Gómez, Hamlet Lima
Quintana y Héctor Negro, entre muchos otros.
Hace tres años lanzó el CD "Carnet de identidad". "Pero estuve doce años
sin grabar. Ese período de abandono ha sido muy largo", asegura. Ahora
anuncia que va a registrar un disco de tangos, milongas y valses, y otro de
folklore. "Entre febrero y marzo voy a empezar a grabar despacito."
-Por un lado se siente olvidada, pero no va a negar el reconocimiento de
músicos de las últimas camadas.
-Sí. Hay gente que sigue grabando mis temas. Te invito el miércoles próximo a
un ciclo de [el cantante de tango] Caracol en el Café Homero. Ahí voy a estar
como invitada.
-¿Alternar el mundillo de los folklorista y de los tangueros no le jugó en contra
en su carrera?
-En realidad, recién ahora puedo hacer un repertorio completo de tango. De
todos modos yo hago música argentina y es cierto que si uno canta tango
le dicen que debe ir para allá y si hace folklore para acá. Mucha gente del
tango se me arrimó gracias a Susana Rinaldi. A ella le tengo que agradecer
muchísimo. En su repertorio hay unas once obras mías; incluso, hemos
compuesto juntas. Su tarea hizo que me conocieran en muchos lugares. Me
doy cuenta en las planillas de derechos de autor. Si figura Finlandia, Suecia o
Suiza digo: «Esta es la Tana».
Bendiciones
Hay otras personas hacia las que Guzmán demuestra gratitud. "Mi profesor
de guitarra me hizo tocar ante Andrés Segovia. Y digo que tengo la bendición
de don Andrés. También la de Sebastián Piana. Cuando comenzó a escuchar
milongas como «Buenos Aires Morena» o «De andar con alas», un día me
encontró en Sadaic y me dijo: «La bautizo la reina de la milonga». ¿Imagínese
que me diga una cosa así semejante músico?"
La última bendición (o la primera) fue la de Pedro Belisario Pérez: pianista que
la dio a conocer y luego compañero de vida durante muchos años. Su nombre
aparece en varios momentos de la charla: "El ha sido el creador de Carmen
Guzmán. Empecé cantando boleros y me acompañó muchísimo. Cuando se
enteró de que tocaba la guitarra me impulsó a componer. El me hizo ser más
intérprete, me hizo estudiar más. Todos los días me siento a estudiar. Por eso
si me llaman estoy lista y salgo disparando.
-Mañana da un show. ¿Qué va a interpretar?
-Temas como "Naranjo en flor" y "Adiós Nonino". Voy a estrenar en este
repertorio una zamba que hice con Ramón Navarro ("Tonaditas al viento"),
una milonga que hice con Héctor Negro ("Canto que se hace viento") y un
chamamé con Julio Fontana ("Todo por amor") y el repertorio habitual de mis
discos. La compositora está trabajando mucho. Mi idea es que esta música no
se pierda. Mientras pueda cantar la voy a grabar y dejar en algún archivo.
-¿Qué sucede si pone el trabajo de la autora y de la intérprete en la balanza?
-La balanza de mi Libra está equilibrada por el vicio de componer y de cantar.
Trato de cuidar las dos cosas. Son muchos años y no los he descuidado. Mis
amigas se enojan cuando digo mi edad, 79 años. Es que de joven se puede
hacer todo, pero cuando uno ya es grandecito no es cosa fácil. Por suerte
lo hago cantando sin bajar el registro. He tenido el honor de actuar con los
grandes y los mejores, de ser considerada por ellos una artista de valor.
Todavía no es tiempo de sentarme, aunque podría sentarme, orgullosamente,
a descansar. Viví con felicidad hasta la muerte de mi esposo y desde entonces,
contenta por el acercamiento de gente joven a mí, como autora.
http://www.la-floresta.com.ar/guzman.htm
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