Ciudadano ilustre del folclore
El músico padecía una afección pulmonar que se complicó. Estaba internado en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires. Tenía 74 años.
Notas Relacionadas
jueves, 25 de agosto de 2011
Fue una figura clave de la música popular argentina, espíritu innovador en la forma de interpretar los temas de raíz folclórica y especialmente creativo por haber introducido una colorida polifonía en el cancionero argentino y latinoamericano.
El músico, compositor y cantante, nacido en Santiago del Estero hace 74 años con el nombre de Juan Enrique Farías Gómez, estaba internado desde la semana pasada en la clínica Otamendi, en Buenos Aires, donde se reponía de una afección pulmonar, causa por la que había tenido que suspender las presentaciones que venía realizando en el Viejo Mercado del Abasto con su creación más reciente: la Orquesta de Cámara Los Amigos del Chango, de la que formaba parte entre otros Rubén “Mono” Izarrualde.
Hizo historia
Conocido desde niño como "el Chango", nació en Santiago del Estero pero pasó su infancia y adolescencia en el barrio porteño de San Telmo, en el seno de una familia de músicos y artistas.
En una entrevista con el diario Clarín en febrero de 2010, el músico contó que a los 14 años tuvo un "sourmenage" y los médicos le recomendaron un año de descanso. Ese fue un lapso suficiente para que su futuro, como músico, quedara sellado a fuego. El mandato formal con raíces en la idea del inmigrante europeo, de un destino como abogado o médico, tropezaría desde entonces con el de la vocación.
El primer grupo que formó Farías Gómez se llamó Los Musiqueros, que integró a los 16 años junto con Mario Arnedo Gallo y Hamlet Lima Quintana.
Después, con el sueño de demostrar la capacidad de excelencia del folclore, el músico reunió a varios colegas y formó el conjunto vocal Los Huanca Hua en los primeros años 60, junto a Guillermo Urién, Carlos del Franco Terrero, Hernán Figueroa Reyes y su hermano Pedro.
En 1964 realizó los arreglos de percusión para la Misa Criolla, de Ariel Ramírez. Y en 1975 formó un trío con Kelo Palacios y Dino Saluzzi.
Después del exilio
“En 1976 la Triple A me expulsó al exilio, junto con otros integrantes del Cancionero de Liberación. Al regreso no sólo había coros cantando música popular. Me encontré con un modelo estandarizado y con que alguien estaba ganando buena guita con una idea mía. Y me sentí congratulado de que eso que había pensado hacía tiempo, lo hacía todo el mundo, pero ya estaba en otra cosa”, comentó.
Durante el exilio grabó “Lágrima”, un disco instrumental con la participación de músicos argentinos radicados en Francia y con la primavera democrática de 1982 volvió al país.
Al año siguiente formó Músicos Populares Argentinos (MPA), junto a Peteco Carabajal, Rubén Mono Insaurralde, Jacinto Piedra y Verónica Condomí, utilizando instrumentos inusuales en el folclore, como la batería o el bajo eléctrico. Fue una formación clave en el desarrollo de lo que se llamó folclore de proyección y de la música popular.
Militante peronista, fue designado en 1989 por el entonces presidente Carlos Menem como Director Nacional de Música, cargo en el que se desempeñó hasta 1991. En esa función creó el Ballet Folklórico Nacional. También se desempeñó como legislador de la Ciudad de Buenos Aires entre 2003 y 2007.
Durante la segunda mitad de los 90 residió en Córdoba y recién en 2003 largó su primer disco solista: “Chango sin arreglo”.
Sueños de artista
A lo largo de su vida, Farías Gómez soñó con jerarquizar la música popular argentina. “La cultura de su pueblo tiene que ver con la mirada de sus sueño. Si un pueblo no tiene capacidad de soñar, su cultura es chiquita, es mezquina. Y los sueños normalmente los cuentan los artistas. Porque nos nutrimos del imaginario popular. Y eso nunca se agota”, explicó el año pasado en una entrevista.
El cantautor, que en 1997 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, también compuso bandas de sonidos para la película “Sostenido en La Menor”, de Pedro Stoki, en la que también actuó, y en 1988 compuso la música de la obra teatral “Orestes, el Super”, de Alfredo Megna, entre varias más.
En este último tiempo, Farías Gómez conducía un programa radial en la FM Nacional Folclórica 98.7.
El músico, compositor y cantante, nacido en Santiago del Estero hace 74 años con el nombre de Juan Enrique Farías Gómez, estaba internado desde la semana pasada en la clínica Otamendi, en Buenos Aires, donde se reponía de una afección pulmonar, causa por la que había tenido que suspender las presentaciones que venía realizando en el Viejo Mercado del Abasto con su creación más reciente: la Orquesta de Cámara Los Amigos del Chango, de la que formaba parte entre otros Rubén “Mono” Izarrualde.
Hizo historia
Conocido desde niño como "el Chango", nació en Santiago del Estero pero pasó su infancia y adolescencia en el barrio porteño de San Telmo, en el seno de una familia de músicos y artistas.
En una entrevista con el diario Clarín en febrero de 2010, el músico contó que a los 14 años tuvo un "sourmenage" y los médicos le recomendaron un año de descanso. Ese fue un lapso suficiente para que su futuro, como músico, quedara sellado a fuego. El mandato formal con raíces en la idea del inmigrante europeo, de un destino como abogado o médico, tropezaría desde entonces con el de la vocación.
El primer grupo que formó Farías Gómez se llamó Los Musiqueros, que integró a los 16 años junto con Mario Arnedo Gallo y Hamlet Lima Quintana.
Después, con el sueño de demostrar la capacidad de excelencia del folclore, el músico reunió a varios colegas y formó el conjunto vocal Los Huanca Hua en los primeros años 60, junto a Guillermo Urién, Carlos del Franco Terrero, Hernán Figueroa Reyes y su hermano Pedro.
En 1964 realizó los arreglos de percusión para la Misa Criolla, de Ariel Ramírez. Y en 1975 formó un trío con Kelo Palacios y Dino Saluzzi.
Después del exilio
“En 1976 la Triple A me expulsó al exilio, junto con otros integrantes del Cancionero de Liberación. Al regreso no sólo había coros cantando música popular. Me encontré con un modelo estandarizado y con que alguien estaba ganando buena guita con una idea mía. Y me sentí congratulado de que eso que había pensado hacía tiempo, lo hacía todo el mundo, pero ya estaba en otra cosa”, comentó.
Durante el exilio grabó “Lágrima”, un disco instrumental con la participación de músicos argentinos radicados en Francia y con la primavera democrática de 1982 volvió al país.
Al año siguiente formó Músicos Populares Argentinos (MPA), junto a Peteco Carabajal, Rubén Mono Insaurralde, Jacinto Piedra y Verónica Condomí, utilizando instrumentos inusuales en el folclore, como la batería o el bajo eléctrico. Fue una formación clave en el desarrollo de lo que se llamó folclore de proyección y de la música popular.
Militante peronista, fue designado en 1989 por el entonces presidente Carlos Menem como Director Nacional de Música, cargo en el que se desempeñó hasta 1991. En esa función creó el Ballet Folklórico Nacional. También se desempeñó como legislador de la Ciudad de Buenos Aires entre 2003 y 2007.
Durante la segunda mitad de los 90 residió en Córdoba y recién en 2003 largó su primer disco solista: “Chango sin arreglo”.
Sueños de artista
A lo largo de su vida, Farías Gómez soñó con jerarquizar la música popular argentina. “La cultura de su pueblo tiene que ver con la mirada de sus sueño. Si un pueblo no tiene capacidad de soñar, su cultura es chiquita, es mezquina. Y los sueños normalmente los cuentan los artistas. Porque nos nutrimos del imaginario popular. Y eso nunca se agota”, explicó el año pasado en una entrevista.
El cantautor, que en 1997 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, también compuso bandas de sonidos para la película “Sostenido en La Menor”, de Pedro Stoki, en la que también actuó, y en 1988 compuso la música de la obra teatral “Orestes, el Super”, de Alfredo Megna, entre varias más.
En este último tiempo, Farías Gómez conducía un programa radial en la FM Nacional Folclórica 98.7.
No hay comentarios:
Publicar un comentario